Según la leyenda, la Virgen se apareció a los pastores no en el lugar donde se edificó la Ermita, sino justo enfrente, al otro lado del barranco, en un saliente de la peña en el que no se pudo construir la misma por falta de espacio. Además, y según la misma leyenda, se aprovechó la existencia de una gruta natural para esconder la imagen (se trata de una Virgen “morena”, de apenas unos 17 cm, con el Niño Jesús delante de su pecho) de la posible profanación por las tropas árabes, sirviendo la cima de la misma de bóveda para la Ermita.
Leyenda o realidad, lo cierto es que en el reportaje fotográfico que os ofrecemos podréis apreciar la curiosa pareidolia que se produce justo en la pared vertical que se encuentra debajo de la peña. A nosotros nos impresiono especialmente. Podéis observar como en la misma se dibuja un rostro femenino, curioso ¿verdad?
La gruta tenía la peculiaridad de que de una de sus paredes manaba aceite mineral que era utilizado para iluminar las lámparas que ardían frente a la imagen de la Virgen. La Ermita tuvo un importe desarrollo a partir de 1539, año en el que se encargó a Juan de Heredia la elaboración del retablo mayor de la misma, desarrollo que debió ser sostenido ya que en el año 1985 fue localizado en el interior de la misma un cuadro “La consagración de San Luís Gonzaga” que fue identificado como una producción de la etapa juvenil de Goya, y trasladado al Museo de Zaragoza. Eso sí , aquellos que tengáis interés en conocer personalmente este maravilloso lugar, tened en cuenta que la misma se encuentra cerrada. Al parecer puede visitarse en las siguiente fechas , que coinciden con romerías desde los pueblos cercanos; 28 de abril, romería de Campillo de Aragón, 5 de mayo, romería desde Calmarza, 11 de mayo, romería desde Cubil, 17 de mayo, romería desde Jaraba que se lleva también a la interesante “Casa del santero” y 18 de mayo, romería desde Cimballa.