El recorrido, resulta ser en definitiva un profundo homenaje a la figura de este hombre, un tributo para preservar la memoria del brillante científico que pasó de la fama y el reconocimiento, a ser un viejo que daba de comer a las palomas y mascullaba locas ideas sobre un futuro inalámbrico de la humanidad y sin embargo, a día de hoy, continua siendo del todo fascinante. Acompañadnos pues en este recorrido para descubrir cada rincón de esta muestra, de Tesla, del edificio Telefónica y de todos sus «fantasmas»…. ¿estáis preparados?
DESCUBRIENDO A TESLA: Son muchos los datos curiosos que uno puede encontrar al ahondar en la biografía de este inventor norteamericano de origen serbio (Smiljan, zona de mayoría serbia de la actual Croacia 1856-Nueva York, 1943) sería complicado exponerlos todos aquí, pero si hemos querido compartir con todos vosotros algunos de los que nos han resultado más interesantes y que pudimos descubrir a lo largo de nuestro recorrido por esta muestra:– Nikola Tesla murió con 87 años en la habitación nº 3327 del Hotel New Yorker de Nueva York. Nada más trascender la noticia de su muerte las autoridades requisaron toda la documentación que había en su cuarto. Era 1943, y en plena Segunda Guerra Mundial la inteligencia estadounidense tenía que comprobar que el rayo de la muerte, una supuesta arma de destrucción masiva ideada por el inventor varios años antes, nunca había pasado de ser mera teoría.– Se empezó a interesar por la electricidad cuando sólo tenía 3 años. Una tarde, mientras acariciaba el lomo de su gato Macak, saltaron chispas. Impresionado, preguntó a su padre qué había pasado y éste le dijo: “Esto no es sino electricidad, la misma cosa que ves en los árboles durante una tormenta”.– Colorado Springs, Fue el primer laboratorio que Nikola Tesla tuvo fuera de Nueva York. Su sueño era crear un sistema que permitiera transmitir la electricidad de manera inalámbrica y para intentar conseguirlo pidió dinero a su amigo y mecenas John Jacob Astor IV. Con ese dinero construyó el laboratorio de Colorado Springs. Allí hizo diversos experimentos, como el de encender bombillas enterradas en el suelo gracias al poder conductor de la corteza terrestre. En el corazón de la exposición, se reproduce el interior del laboratorio de Colorado Springs, de ahí su forma circular. Aquí pudimos experimentar con las maquetas que reproducen los inventos de Tesla y que han sido cedidas desde el Museo Tesla de Belgrado.
– La Wardenclyffe tower
realidad y utopía. El último intento de Tesla por alcanzar el sueño que empezó en Colorado Springs, ese sistema abierto y gratuito para transmitir electricidad de manera inalámbrica y que iba a permitir, entre otras cosas mandar imágenes y audio de un punto a otro del planeta. Por falta de financiación, el proyecto se abandonó en 1905.
El edificio en donde se ubicaba la muestra merece también una mención en este artículo. El «rascacielos de Fuencarral», «la Telefónica», se nos revela como una edificación realmente peculiar. Construido por Ignacio de Cárdenas Pastor, entre 1925 y 1929 para la sede de la Compañía Telefónica Nacional de España, ronda una altura cercana a los 90 metros, toda una proeza para la época, fue el primer rascacielos de España y siguió siendo el más alto de Madrid hasta la construcción del Edificio España en 1953. Una enorme montaña de acero que ni tan siquiera detuvo su frenética actividad durante la guerra civil a pesar de ser uno de los principales objetivos de la aviación del bando nacional.
También se dice que tiene su particular fantasma merodeando por entre las plantas nueve y trece, «Goyito», cuya presencia ha sido confirmada al parecer por numerosos empleados del edificio a lo largo de todos estos años y del que se pueden obtener interesantes referencias a poco que uno rebusque sobre la cuestión….
Pero no todo es «leyenda» en estos pasillos, sucesos realmente dramáticos han acontecido también en este lugar:
“Por esta ventana se tiró de cabeza Ana Cubillo Rojo. Cayó a la calle de Valverde junto a la entrada. Una señora que pasaba en aquel momento le salpicó la sangre y un guarda de Asalto que trató de levantar el cuerpo de la infeliz desistió de hacerlo porque casi se queda con unos de los brazos de la suicida.”
Así comenzaba un artículo publicado en la revista “Crónica” de fecha 23 de septiembre de 1934. Como podéis ver en aquellos años los periodistas de la época no se privaban de dar detalles de lo más «morboso» a sus lectores…
Al parecer la nostalgia pudo con esta empleada de telefónica que sin pensarlo saltó al vacío desde la planta siete del rascacielos. ¿Buscará quizá Goyito el alma de su infortunada compañera de edificio?
En cualquier caso, si tenéis la oportunidad de pasar por allí no dejéis de visitar este bonito edificio porque os podemos asegurar que merece mucho la pena adentrarse en el y contemplar con tranquilidad sus muchos detalles. Mención aparte se lleva también el amable personal de la cafetería del edificio, al que desde aquí enviamos un afectuoso saludo, y como no sus deliciosos bizcochos y el estupendo café que os servirán allí, una verdadera obra de arte para cualquier paladar.
Fuentes
http://espacio.fundaciontelefonica.com/
http://fuencarral39.blogspot.com.es/
http://www.rayosycentellas.net/
Fotografía edificio telefónica propiedad de: David Adam Kess