Existen enclaves construidos por hombres que sin ningún conocimiento arquitectónico previo, decidieron un buen día hacer realidad sus sueños. Estas obras, a caballo entre lo marginal y lo extravagante, de aspecto extraordinario en todos los casos, han ido conformando un curioso mapa de «rarezas» a lo largo de toda nuestra geografía y también en numerosos lugares del planeta. No obstante, el lugar del que os vamos a hablar en este reportaje, es casi con toda seguridad, uno de los más impresionantes y enigmáticos de cuantos conforman esta «arquitectura extraña y mágica». Bienvenidos a «El pasatiempo» de los hermanos García Naveira, el primer «parque temático» de la historia y también un emplazamiento lleno de claves ocultas que hoy nos disponemos a revelaros:
Un poco de historia
Siguiendo «el camino inglés», los peregrinos llegan hasta la hermosa localidad de Betanzos (a solo 25 kilómetros de A Coruña). Allí, en el centro de la plaza más concurrida de esta ciudad, se alza inalterable al paso del tiempo, la estatua de los hermanos García Naveira, aparecen vestidos de época, con libros y otros elementos que reflejan fielmente la filosofía de ambos hermanos, su devoción por la cultura, la enseñanza y también que estamos ante los grandes benefactores de este lugar, porque Juan María (1849) y Jesús García Naveira (1853) se convirtieron en eso, en dos indianos que regresaron a España para dedicarse a la construcción de obras sociales y compartir con sus paisanos, todo aquello que ellos habían descubierto en sus múltiples viajes por el mundo.
Pero… ¿Qué es «El Pasatiempo»?
Podríamos decir, parafraseando al ilustre escritor argentino afincado en A Coruña, Luis Seoane (1910-1979), que se trata de un «parque enciclopédico», por ser un lugar para el entretenimiento y el descanso pero también, una verdadera enciclopedia histórica donde se pueden admirar fragmentos de las culturas y lugares más diversos del globo. En sus más de noventa mil metros cuadrados (actualmente apenas queda ya una décima parte abierta al público) podían contemplarse todo tipo de edificaciones, cuevas, esculturas y jardines repartidos a lo largo de sus cinco niveles de altura. Las obras comenzaron entre 1893 y 1895 (al regresar Don Juan de América) y finalizaron casi veintiún años después, en 1914. Fue una obra monumental para la época.
(Plano donde se puede observar la enorme extensión de terreno del parque)
El parque era sencillamente espectacular y eso hizo que el nombre de Betanzos, recobrara el prestigio que había perdido durante años e incluso que apareciera en alguna de las más conocidas guías turísticas internacionales de la época. Gente de todos los lugares lo visitaban y quedaban asombradas ante lo que contemplaban. Lo primero que se podía ver (justo en las taquillas de entrada) eran dos imponentes leones construidos en mármol, réplicas de los que custodian el sepulcro del Papa Clemente XIII en El Vaticano, hoy tan solo quedan ya los pedestales -fueron trasladados a otro lugar- pero su imagen resultaba formidable para cualquier visitante, que de inmediato percibía la magia del lugar al que se disponía a entrar.
(Imagen del sepulcro de Clemente XIII en El Vaticano
La conexión Masónica
Como ya hemos comentado, la construcción del parque supuso un grandísimo impulso para la economía de la ciudad de Betanzos. El Pasatiempo, se convirtió en el máximo empeño de los hermanos Naveira, (sobre todo de Juan María, su mayor impulsor) llegaron a trabajar allí más de doscientas personas y todo lo que se recaudaba en la taquilla iba destinado a financiar el asilo de la ciudad y el resto de las obras sociales creadas por ambos. No solo eso, sino que gracias a todo lo que allí se mostraba, fueron muchas las personas sin recursos, que pudieron establecer contacto por primera vez en su vida con otras culturas y lugares remotos. Pero además, son muchos los expertos que han querido ver en este lugar, en su simbología y en la actitud de los hermanos Naveira para con su comunidad, una serie de pistas que nos conducirían hacia una conexión mucho más enigmática, la pertenencia de Juan María a la masonería.
Son muchas las claves que El Pasatiempo nos ofrece al respecto de esa presunta relación con la masonería, por ejemplo, las ideas » libertad, igualdad y fraternidad» (propias de esta institución) aparecen inscritas en una de las zonas principales del recinto, el echo de que los hermanos Naveira hicieran de su vida un ejemplo constante de caridad y altruismo también nos indica en ellos esa misma corriente de pensamiento. Incluso la propia construcción del parque, liderada desde un principio por Juan María, parece inspirarse en la manera de trabajo de las primitivos gremios de canteros. Finalmente, son muchos los símbolos, escuadras y compases que aparecen a lo largo de todo el recorrido. ¿Sería pues descabellado pensar en la existencia de dicha conexión? en nuestra humilde opinión creemos que no.
Caminando por «El Pasatiempo»
Mencionar aquí todo lo que los visitantes podían encontrar en «El Pasatiempo» harían que este artículo nos ocupara varias entregas, aun así, nos gustaría reseñar aquí algunos de los rincones más interesantes que podían visitarse y algunos de los que todavía hoy pueden contemplarse:
La casa de los espejos
Nada más entrar al parque, uno podía encontrarse con la primera de las «diversiones», una réplica de una fabulosa «casa de los espejos» parisina donde los niños pasaban horas y horas divirtiéndose de lo lindo. Por desgracia, debido al estado de abandono en el que cayó este lugar, en 1985 se derrumbó por completo.
La fuente de las cuatro estaciones
Una de las fuentes más hermosas que se podían contemplar en este parque era sin duda alguna la de «las cuatro estaciones», se levantaba sobre una gran base de planta octogonal (recordemos el significado del número ocho en la masonería…AQUÍ) y estaba formada por cuatro hermosas figuras femeninas que representaban a cada una de las estaciones del año. Era una copia exacta de la construida en París por el escultor Jean-Baptiste-Jules Klagmann y que podéis ver también en este enlace….»Fontaine Louvois«
El Zoológico y un meteorito
Era tal la extensión de este parque que incluso por unos años mantuvo en activo un parque zoológico con todo tipo de especies, aves, lobos, monos e incluso un ejemplar de yak siberiano regalo del mismísimo rey Alfonso XIII, cabe mencionar que a pesar del espíritu e ideales claramente republicanos que tenían los hermanos Naveira, ( a lo largo del parque son muchos los símbolos que aparecen también en relación a la república como forma ideal de gobierno) siempre mantuvieron un excelente trato con el monarca.
Muy cerca de la zona que ocupaba el zoológico se levantó una curiosa escultura llamada «La caridad» (inspirada en la famosa obra de Benito Crespi «La Caridad Romana» que se puede ver aun hoy en el Museo del Prado de Madrid) La obra está cargada de un simbolismo enorme, (ver resumen…aquí) pero lo que llamará todavía más la atención al visitante, es la aparición en la escultura de un peculiar objeto, ¡un meteorito! que parece querer trasmitirnos esa conexión universal con lo divino, un mensaje arquetípico de esperanza y luz venido desde más allá de las estrellas.
Grutas, catacumbas y la Boca del infierno
Llegados a este punto del recorrido, nos podemos percatar ya de que no solo existen multitud de claves y símbolos repartidos a lo largo y ancho de todo el recinto, sino de que también el propio parque , en su configuración y diseño, conforma en si mismo todo un símbolo hermético lleno de sentido en cada uno de sus detalles. Y así, nos acercamos a la que sería, casi con total seguridad y como diría nuestro buen amigo Jesús Callejo, la zona más pelopúntica de todo el Parque de El Pasatiempo. Porque si bien la religiosidad de los hermanos Naveira se puede observar en algunos rincones del enclave, aquí, en el primer nivel de este parque, nos adentraremos en las mismísimas profundidades del averno. Todo un laberinto lleno de cuevas y pasadizos a los que se accedía a través de la conocida como «Boca del Infierno» inspirada en la que los Naveira habían contemplado en la ciudad de Viterbo (Italia), en su famoso «Jardín de los monstruos de Bomarzo«.
(La boca de Hades de el jardín de los monstruos de Bomarzo. Imagen de http://es.wikipedia.org/)
(La «boca del infierno» de El Pasatiempo, donde se puede apreciar la
similitud entre ambas. Imagen de http://camaraenristre.blogspot.com.es/)
También desde aquellos mismos pasadizos, se accedía a las catacumbas, un lugar tenebroso como pocos creado a imagen y semejanza de las conocidas «Catacumbas de Roma» y al igual que estas, plagadas de tumbas antropomorfas en cada uno de sus rincones, una imagen desde luego impactante para la gente de aquella época poco acostumbrada a ver algo semejante. El recorrido subterráneo del parque, finalizaba en la llamada «Gruta de la Recoleta» que no era sino una copia de la cueva en donde tuvieron lugar las populares apariciones de Lourdes, adornada con descomunales estalactitas y curiosos relieves animales.
Un León gigantesco para decir adiós
Si existe una pieza que destaca de entre todas las demás de este parque, esta es sin duda alguna, la del gigantesco león que domina todo el recinto y que podía contemplarse incluso desde la lejanía. Es realmente colosal y como no podía ser menos guarda también un pequeño secreto… Fueron muchos los que aseguraron que el peso de esta escultura haría derrumbarse toda la estructura superior, pero lo que ellos no sabían es que el León, construido de cemento armado, era totalmente hueco.
Como habéis podido observar, el parque de «El Pasatiempo» es sin duda un enclave realmente sorprendente y enigmático. Desde aquí, os animamos a todos vosotros a que disfrutéis de este lugar, a que lo conozcáis, paseéis por sus laberintos, sus cuevas y sobre todo a que sintáis la magia que habita en cada uno de sus «escondites», porque os podemos garantizar que después de caminar por allí, la huella de los hermanos Naveira permanecerá ya para siempre en vuestros corazones.
Horarios de visita del parque…AQUÍ
Os dejamos también dos interesantísimos documentos sobre los hermanos Naveira que seguro os sorprenderán:
Fuentes consultadas para la elaboración de este artículo:
Guía de la España Encantada (vv/aa ABC)