Continuamos nuestro recorrido por este mágico parque en busca de uno de los lugares con más historia a sus espaldas, ¿o deberíamos decir? entre sus ramas… Nos encontramos junto a una leyenda viva de nuestra ciudad, concretamente lleva con nosotros desde el año 1633 y en este tiempo estamos seguros de que ha podido ver de todo. Ante nosotros, se eleva magistral al cielo de la ciudad el ahuehuete, o lo que es lo mismo, el abuelo de todos los árboles de Madrid.
Como decimos, la historia que rodea a este árbol es impresionante y muy poco conocida por la mayoría de los que caminan por el parque cada día, como pudimos comprobar in situ preguntando a más de un viandante de los que por allí pasaban, o a los curiosos que se detenían ante este maravilloso y único ejemplar. Este «abuelo» de la naturaleza se yergue en los jardines denominados «El Parterre» (de origen francés) y fueron precisamente los franceses, quienes durante la guerra de la independencia «salvaron» a este ejemplar de seguir el mismo destino que siguieron la practica totalidad de los árboles de El Retiro, que a diferencia de este, fueron salvajemente talados sin ningún miramiento en pos de la batalla que allí se desarrollaría. El motivo de el porqué decidieron salvarle fue bien sencillo, obedecía al parecer a una causa «técnica», «estratégica» si quiere decirse, y es que sus ramas son de tanto tamaño y su volumen diametral tan impresionante, que las tropas francesas decidieron apostar allí mismo, entre sus ramas, ni más ni menos que una poderosa pieza de artillería, que convenientemente camuflada entre el espeso follaje pasaría desapercibida al enemigo inglés. Así pues como podéis ver, nuestro amigo ha sido testigo de innumerables acontecimientos de nuestra historia y es por eso que queremos desde aquí rendirle su más que merecido homenaje. Pero continuemos nuestro camino, porque no solo de historia vive el hombre, y aunque todavía nos quedan muchas que contar aquí, la leyenda que os vamos a relatar ahora estamos convencidos de que hará volar también vuestra imaginación… ¿habéis oído hablar del duende de El Retiro?
Pues cuenta la leyenda amigos, que en el parque de El Retiro justo en el estanque que existe frente al hermoso Palacio de Cristal, habita un pequeño y alegre duendecillo, con fama de bueno eso si y dotado de grandes poderes, capaz por ejemplo, de hacer crecer las flores de manera mágica y hermosa o de cumplir los deseos de los enamorados que le pedían ayuda para conquistar el corazón de su amada. Las «presuntas» ubicaciones del duende, han variado con el pasar de los siglos, al comienzo se decía que merodeaba el antiguo Monasterio de Santa María del Paso, en el famoso «estanque» o que vivió durante largo tiempo en el mismísimo Casón, aunque finalmente decidió «mudarse» hasta el lugar que hemos mencionado buscando la paz y la belleza de dicho enclave. Nunca nadie ha podido ser testigo de su presencia «física», pero estamos convencidos de que habita sin duda en el alma de cada uno de los que ensimismados, admiramos la hermosura de su tranquilo estanque. José Noja, escultor bien reconocido, decidió también realizar un homenaje a este entrañable personaje para que todo el mundo pudiera así «verlo» realmente, dicha escultura (que es la que abre nuestro reportaje) se encuentra ubicada justo encima de la antigua jaula de los osos y os recomendamos que la observéis con atención porque tiene sin duda algo «especial»…